Con los 2 perros anteriores nunca tuvimos este
problema, los tuvimos de cachorro .
muchos galgos adoptados suelen padecer este síntoma
de ansiedad por separación.Tienen un apego tan grande a sus nuevos dueños que no
soportan estar solos en casa, pueden destrozar ,morder los muebles y ladrar por
ejemplo.
Epi y Teo tuvieron esa ansiedad pero cada una la
desarrollo de distinta manera.
Epi ,aullaba ,lloriqueaba ,no lo hacía en cuanto
salíamos pero cuando empezaba no paraba. Pusimos una grabadora para conocer la
amplitud de su comportamiento, duraba más que la media hora que daba de si la
cinta...
En esos casos es mejor tener informados a la
vecindad ,tenemos un problema y intentamos solucionarlo .
Como nuestros otros perros nunca han dado guerra y
parecían no existir ,los vecinos aceptaron de buen grado la novedad y se
dedicaron a informarnos de los progresos de Epi.
Nos pusieron sobre aviso,no le hagáis demasiado caso durante
unos 15 días ,no lo estéis achuchando en exceso ,los mimos en la calle no en
casa ,etc...
Ya que fácil parece ! pero cuando te mira Epi se
acaba todo ,y caes , le achuchas y le abrazas..... y el tan feliz, ha ganado la
partida .
Estuvimos un par de meses así ,venga hay que
hacerle duro .!! Tampoco pasaba horas solo ,el tío, los recados ,alguna vuelta sin él.
Aurora de DEGALGOS que se ocupó de la adopción nos
dijo que las flores de Bach podían ser una buena solución ,y seguimos su
consejos le dimos el preparado que nos había enviado , y la verdad que al poco
tiempo Epi se relajó y hasta hoy.
Es un gandul de mucho cuidado ,hay que levantarlo
con grúa .
Teo usó otra técnica: saltar sobre el sofá , menear
todo lo que encontraba .Ruido no hacia pero algún destrozo sí.
También lo solucionamos con flores de Bach que nos
envió Aurora.
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